top of page

CONCLUSIÓN

Espero que haber construido vuestra propia campaña publicitaria os haya permitido ser más conscientes de los resortes de la publicidad, como si ahora que miráis las cosas de nuevo no resultasen como solían parecer. Si vuestra aproximación a partir de ahora a los anuncios os mantiene más distantes podréis aplicar esa ironía tan cervantina y deconstruirlos como profesionales, para contemplar su verdadera finalidad. Confío en que, pese a todo lo que vengo diciendo o precisamente por ello, aprendáis a disfrutar de este género de la argumentación, que da de vez en cuando auténticas joyas como fruto.

 

Y también espero que os hayáis divertido, qué demonios. Si no, nada de esto habrá tenido sentido.

 

Pero recordad: Las cosas no son lo que parecen. Casi nunca.

 

 

A veces, para bien, como en la magnífica campaña que dejo a modo de despedida a la derecha. Se trata de un cartel para exteriores, pero el vídeo explica perfectamente a qué me refiero.

bottom of page